Hace tiempo que quería escribir sobre este tema que tan atractivo me resulta y que tanto me relaja : la costura. Pertenezco a una generación en la que «las niñas» teníamos la costura como asignatura en el curriculum escolar. No fui una virtuosa como lo fueron mis otras cuatro hermanas, Mª José, Mercedes, Mª Carmen y Pilar. Aún así, hice mis pinitos y algún que otro mantelillo y tapete. En aquél tiempo aprendimos a bordar con bastidor.
Creo que las tardes que pasé con nuestra Costurera Maruja
en una de las casas de Madrid (entre los once y dieciséis años), fue lo que favoreció sin lugar a dudas mi inclinación por la costura.
Mi madre también nos enseñó a coser y a hacer punto aunque las hijas hemos desarrollado estas facetas y disfrutado más de lo que lo hiciera nuestra madre
Cuelgo este fragmento de un libro de Carmen Martín Gaite refiriéndose a su madre y a la enseñanza de la costura :
«Como cuando me quería enseñar a coser y me decía que era cuestión de
paciencia. «¿Ves como si te pones te sale bien? Mira, el secreto está
en no tener prisa y en atender a cada puntada como si esa que das
fuera la cosa más importante de tu vida.»Carmen Martín Gaite
Y esta otra de Soledad Puértolas
«Las cosas no deberían desaparecer, me digo, las cosas bellas que hacemos lentamente, en las que ponemos todo lo que somos, lo que nos hemos empeñado en ser. […] No sé si pienso mientras coso, creo que muchas veces no pienso en nada, sólo percibo el tiempo que transcurre con placidez, mientras yo también transcurro en su interior, guardada dentro de la burbuja del tiempo que se desplaza con lentitud y sumo cuidado para que lo que se contiene en ella no sufra en el traslado».
Si sustituimos coso por escribo, creo que nos hemos acercado a la clave de su escritura en esta costurera del oficio de narrar, maestra en el arte de la sisa.
En casa había una máquina de coser Singer, de las de toda la vida
En ella me inicié en el maravilloso mundo de la costura.
Como os decía, cuando regresaba del instituto pasaba las tardes ayudando en las tareas a Maruja, la costurera. Las costureras antes venían al domicilio a coser y a repasar ropa. Además del módico sueldo, se les daba la comida y la merienda.
Me ha sorprendido ver la de escenarios que hay en el arte sobre este tema «Mujeres cosiendo» y el de las costureras. Además, es frecuente que las escenas se vean acompañadas por el maravilloso mundo de las flores y los jardines en particular y de la naturaleza en general.
Dejo una serie de imágenes y un vídeo y luego las comento más pues este tema es como el hilo del carrete de una bobina que tiras, tiras de él y nunca se acaba. Mi hermana Pilar y yo somos una enamoradas de las mercerías y las telas nos gustan mucho a ella y a mí y a Mercedes. En nuestra reuniones siempre sale el tema a relucir y el de la aguja de media también. El punto ha sido otros de nuestros fuertes.
He encontrado este blog y me ha parecido bonito lo que su autora ha escrito y lo cuelgo para compartir
«Hoy me dio por ir a poner algo de orden en el cuarto trastero. ¡El pobre estaba hecho un desastre!. Las cosas apiladas unas sobre otras; allí no había quien encontrara nada. ¡Pues, manos a la obra!. Entre mi marido y yo sacamos todo, para enseguida organizarlo un poco y tirar a la basura las cosas sin utilidad. Al fondo, apareció, tapado con una sábana vieja, un mueble que ya no recordaba. Era una máquina de coser marca Singer –la de mi madre – la única que tuvo en toda su vida.»
¡Hay que ver la caña que le dio!. Mientras yo fui pequeña, mi madre me hacía toda la ropa. Ella terminaba una pieza y comenzaba otra con mucha ilusión. Le gustaba la costura y diseñar los modelos que confeccionaba. Disfrutaba mucho haciéndolo. Las vecinas que no tenían máquina de coser, iban por las tardes a hacer sus pespuntes, luego tomaban café y charlaban de sus cosas –los más pequeños no participábamos de esas tertulias–.
No pensaba yo que hoy me pudiera emocionar como lo he hecho, al ver ese mueble antiguo abandonado en el trastero pero, verlo me recordó a mi madre, a mi infancia, a mi ropa…, a tantas cosas… Sentí apego a ese mueble a pesar de que no me gusta la costura. No fue por la máquina en sí, sino por mi madre y por lo que representó para ella. Siempre decía que era el mejor mueble de la casa, el más útil y el que más satisfacciones le originaba.
Limpié la máquina de coser y la volví a tapar con la sábana. Ahora, sé darle la importancia que tiene y eso me conforta».
http://floresdelteidenarran.blogspot.com.es/2012/09/la-maquina-de-coser-de-mary-rancel.html
Imágenes de Mujeres cosiendo :
Los hombres también cosen, aunque menos
Dejo este vídeo
Imágenes y postales curiosas de costureras
En la civilización actual donde todo se tira o se sustituye cuando se rompe y donde la mayoría de los jóvenes no saben ni coser un botón, extraña ver a algunas mujeres como mi sobrina Jimena que está deseando aprender a coser a máquina. Algunas tardes de invierno, mi hermana Pilar enseña a sus hijas y nueras a coser. Es una forma de transmitir el legado a la siguiente generación.
Historia de las máquinas de coser
http://elbauldehojalata.blogspot.com.es/search/label/LAS%20MAQUINAS%20DE%20COSER
También he encontrado esta preciosa ilustración de cuento y de ensueño
También en los dibujos de Sarah Kay
Aprovecho para mostraros algunas de las ideas costureras. Cada vez aprovecho y transformo más cualquier tela. En esta ocasión, de una falda de mi hija hice un bolso para la playa
Ahora tengo a la espera algunas otras labores. De una falda de lana bordada voy a hacer un cojín y de un vestido de lino amarillo he hecho otro. Cuando tenga las fotos las cuelgo.
Quien tenga alguna otra idea, estaría bien que la compartiera.Me sugiere mi amiga Francesca la recomendación del libro de María Dueñas «El tiempo entre costuras» tan apropiada para esta Entrada
https://docs.google.com/file/d/0B7Rw0ZtCmJHsOXUwMVhlQndFVGc/edit
¡Ah! y también me ha enseñado a provechar unas blusas que se nos hayan quedado pequeñas, haciendo cojines con ellas
Mi amiga Mª Fe me envía estas imágenes de dos originales bolsas realizadas con pantalones
Dejo este enlace de un blog de Puente del Arazobispo
http://lajaratoledo.blogspot.com.es/2014/11/la-costura-2.html
Referencias bibliográficas
MªÁngeles Pozuelo
creciendo entre flores 
Seguramente haya una relación entre flores y costura . Conozco a muchas modistas que tienen bonitas flores y cuidan de ellas como si fueran bordados.
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¡Ojalá tuviese más tiempo para coser y tejer! Lo poquito que hago lo disfruto mucho, y me saca de la rutina, sobre todo de la tecnológica, a la que tendemos a acudir cuando tenemos un hueco en nuestras vidas.
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Es interesante lo que comentas, Laura. Me ha gustado ese mimo puesto en las flores como en la labor. Las flores que no cuidemos y la labor que no hagamos con esmero restarán su belleza a ambas.
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Ya lo creo, Jimena, si parte del tiempo que se dedica a móviles, pc, tablet, etc. se dedicara a alguna labor, lucirían más las cosas. Hay gente a la que no le falta tiempo pero no le motivan estas cosas. Yo tengo una vecina que pasa horas y horas oyendo música y uniendo trozos de patchwork y eso le hace feliz.
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