Flores en la pintura (LVII) : Rosina Wachtmeister y el amor por las flores, los gatos y la música

Aunque Rosina Wachtmeister nació en Viena en 1939, estudió escultura y diseño en la Universidad de Arte y Diseño de Porto Alegre, Brasil. De regreso a Europa en 1974 fundó sus propio teatro de marionetas mientras subsistía vendiendo sus obras en la Piazza Navona de Roma.

Después de varias exposiciones en Roma, Suiza, Francia y Alemania, Wachtmeister ha conseguido un justo reconocimiento para su obra, dedicándose a las artes gráficas, la ilustración de libros, el collage y las marionetas desde su residencia en Italia. Sus obras se exhiben en la Biblioteca Nacional de Alemania.

Los gatos de Rosina son reconocibles al instante con su apariencia bastante «patchwork», el cuello delgado y formas estilizadas. Son a la vez ingenuos y bellos y aparecen entre paisajes de estilo italiano en parejas y grupos familiares. Esta influencia italiana es  muy fuerte en los cuadros de Rosina Wachtmeister. El aspecto «Arlequín» de los gatos no es casual, y los paisajes sencillos pero coloridos se asemejan más a los paisajes des escenas tradicionales de teatro italiano. 

  

No había indagado en el personaje de Rosina hasta que he buscado a la autora de esta tetera de colección que hace muchos años me regaló Luis, un paciente.

La verdad es que son una maravilla de teteritas. La mía, además, tiene un precioso nombre «Sunlight». Todas son únicas, pintadas a mano y van numeradas.

Hay una variedad de objetos que llevan el sello de Rosina, como estos cojines, edredones, bolsas de la compra, paraguas, tazones y accesorios cocina

 

 Puzzles

Pero no solo centra su atención en los gatos, la música también está presente en sus diseños.

   

Gatos de porcelana

Me gusta su modo de ver las flores y los árboles:

. azucenas

. amapolas

. crisantemos

. hortensias

. rosas

. pensamientos

. violetas

Quienquiera consultar su web

http://www.rosina-wachtmeister.de/

Pero la historia de los gatos, no ha hecho más que empezar porque voy a contaros cómo estos han hecho presencia en mi vida.

 En la casa de Montoro (Córdoba) teníamos gatitos. Allí vivían en libertad y entraban y salían a su antojo, como suele pasar en los pueblos. Al parecer, a mi no me infundían ningún respeto. Cuenta que los cojia por el rabo y les daba alguna que otra vuelta. Ahora no entra en mi cabeza este gesto no solo porque mi conducta es respetuosa con los animales sino también porque no me atrevería a hacer algo así.

Hasta que no tuve hijos, los gatos no volvieron a estar presentes en mi vida. la verdad es que no guardo ben recuerdo de las experiencia pasadas debido a que fueron muy traumáticas. El primero, Fígaro, nos lo dió una avecina de la casa del campo y mi hijo mediano especialmente sufrió mucho cuando desapareció. El segundo fue un gato de la urbanización con el que se encariñaron que tuvimos que dar a una persona amante de los gatos y eso fue otro trauma. Luego supimos que se le escapó.

La profesora de pintura de mis hijos, Rosa Canales, tenía gatos en la casa, gatos que iba recogiendo en la calle, una de ellas una gata ciega. tenía predilección por estos animales así como por los gansos. En su Taller «Pequeños Maestros» los gatos siempre fueron uno de los motivos. No tengo a mano la foto de uno de los gatos que dibujó mi hija Nuria con témperas pero si este realizado con papel maché que, aunque no tiene flores, cuelgo aquí.

Aunque el taller se trasladó a otras dependencias, su nueva casa de patio toledano, y a pesar de que ya no sigue funcionando, cuelgo estas imágenes y el enlace de la entrevista que en su día le hicieran por lo que de significado tuvo Rosa para mis hijos y para la familia. Gracias, Rosa, por lo que nos aportaste.

http://www.estacionmir.com/Cultura/entevistas/Rosa_Canales_Es.html

Animo a los seguidores que tengan gato a que me hagan llegar sus vivencias e historias y las cuelgo en la Entrada.

Historias de gatitos

Pues acabo de recibir la primera historia de gatitos de la mano de Mariam que transcribo aquí literalmente :

«A mi madre le encantaban los gatos. En Balmaseda yo creci en una casa antigua, había sido la de mis abuelos y siempre había gato. Mi relación con ellos fue indiferente o por lo menos es lo que recuerdo.
Cuando nos trasladamos a Las Arenas mi padre dio orden de fuera gatos y fuera perro….pues según él los animales no daban  más que disgustos. Mi padre era muy emotivo y de joven  había tenido  un perro con el que estaba muy compenetrado. Nos contaba maravillas de él. Un día un vecino lo llevó a pasear y el perro nunca más volvió. Un camión se lo mató. Desde entonces quiso que los animales estuvieran fuera de su vida.
Mi hermano Luis, cuando tenia 8 o 9 años, encontró un gatito escuálido en la calle,  llovía y hacía frío. Nos dio tanta pena que Pistus entró de lleno en nuestras vidas. Era negro como la noche ,con dos linternas amarillas y un corazoncito blanco en el pecho que anunciaba la aurora. Vivió en nuestra casa  muchos años y la relación que tuvo con cada uno de nosotros era selectiva. Cariñoso con mi madre, indiferencia para  mi padre, mi hermeno Antón y para mi, odio para Luis que curiosamente le había salvado de la calle pero……un día le hostigó con una escoba y nunca se lo perdonó. A Conchita le hacía el peloteo pues era la que cocinaba en casa.Con  Arantza , la hermana pequeña era amor loco y fiel. Jugaban al escondite, le ronroneaba, la besaba, era una pasada. Ella posteriormente siempre ha tenido gato…..hasta ahora que ha adoptado una perrita cazadora y maltratada.»

 Mariam Escudero

 Aprovecho para recordar a los seguidores que para hacer una comentario deben de pinchar en el título de la Entrada para que se actualicen los comentarios y poder emitirlos.

MªÁngeles Pozuelo