Inodoros floridos

Hace más de dos años dediqué una entrada a los orinales. Me consta que esta entrada gustó mucho a algunas personas por lo ocurrente y original.

https://creciendoentreflores.wordpress.com/2016/01/21/aquellos-orinales-bajo-la-cama/

Hoy dedico otra entrada a estos inodoros floreados que me han sorprendido a mi la primera así como a la de museos temáticos sobre los mismos tanto en Asia como en Europa.

Museo del inodoro de Praga

Museo del retrete en Japón

https://www.vice.com/es_mx/article/7byx3q/japon-estrena-su-museo-del-retrete

Museo del Water en Corea

Museo de inodoros y baños de Nueva Delhi «Sulabh International Museum»

Los inodoros son un gran problema en la India, por lo que es una gran sorpresa encontrar un museo dedicado a la historia del inodoro. Desde los primeros equipos de higiene del 2.500 antes de Cristo, hasta los inodoros modernos de las celebridades y de las familias reales.

El Sulabh International Museum se encuentra en Nueva Delhi, India.

Urinarios y aseos públicos

No es habitual encontrar acogedores aseos públicos. Depende en el lugar en el que se encuentren, suelen estar descuidados. La fluencia masiva de público hace que sea difícil mantenerlos arreglados.

En las imágenes inferiores podéis ver tanto escenarios en los que el clima recreado, como el de la pared, dota al espacio de gran belleza.

No hubiera nunca imaginado urinarios masculinos tan sofisticados.

Bidet

La más reciente referencia escrita del bidet se remonta a 1710. El bidet, creado en Francia, en el período en el que la limpieza corporal se lleva a cabo una vez por semana. Fue inventado para asear las áreas «privadas» del cuerpo, entre baños regularmente programados.
En 1750, el bidet jeringuilla aparece. Este proporcionó una lluvia ascendente con el uso de una bomba manual alimentada por un depósito.

En algunos sitios se afirma que fue una invención de un barón llamado Bidet en el siglo XVIII en París, lo cierto es que es obra de los artesanos galos del XVII, que lo idearon como un contenedor de agua destinado a los jinetes, para calmar las “partes nobles” doloridas por la silla de montar.

La primera referencia del bidé popular es en Francia, en 1710, en un momento de gran libertinaje en el que el baño era semanal. El bidé proporcionaba una higiene de las zonas bajas sin necesidad de desvestirse. Como todavía no se había inventado el papel higiénico, se popularizó rápidamente. En 1750 aparece el bidet à seringue, a chorro con perilla. Y hasta 1900 el bidé estuvo confinado al dormitorio, junto con la tina de agua.

A partir de entonces, ocupa su lugar en los baños de las casas. ¿Una curiosidad? A pesar de ser EE.UU. el mayor productor mundial, el bidet no tiene aceptación en ese país.